II Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental
(Guadalajara, México, Junio de 1997)
Conclusiones
El Segundo Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental se
realizó en la ciudad de Guadalajara el pasado mes de junio de 1997, a veinte
años de la Conferencia Intergubernamental de Tbilisi, cuando se sustenta la
necesidad de instituir la educación ambiental a nivel internacional y a cinco
años del Primer Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental, realizado al
igual que el Segundo, en la ciudad de Guadalajara, México. En esta ocasión fue
convocado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO), el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para el
Socorro de la Infancia (UNICEF) , el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) y la Unión Mundial Para la Naturaleza (UICN) y organizado por
la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca de México, la
Universidad de Guadalajara, el Gobierno del Estado de Jalisco, el Ayuntamiento
de Tlaquepaque, la Secretaría de Educación Pública y la Asociación
Internacional de Estudiantes en Ciencias Económicas y Comerciales.
Durante cinco días, se presentaron más de 200 trabajos, 18
talleres, 4 simposia y 2 encuentros, y asistieron 962 representantes de 25
países dedicados a la tarea de analizar, debatir y proyectar los avances de
educación ambiental en la región.
Ningún otro evento sobre educación ambiental en Iberoamérica había
congregado tal cantidad y calidad de participantes. Las conclusiones generadas
en este Congreso, fueron fruto primordialmente de las siete mesas de trabajo y
son presentadas en las siguientes páginas.
TERCER ENCUENTRO INTERNACIONAL EN PATAGONIA
PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE
(Comodoro Rivadavia, Provincia de Chubut,
Argentina, 2-4 de noviembre de 2000)
Declaración de Comodoro
Rivadavia
Convocados por CTERA [Confederación de
Trabajadores de la Educación de la República Argentina] y ATECH
[Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut] nos encontramos en
Comodoro Rivadavia, los días 2, 3 y 4 de Noviembre de 2000, hombres y mujeres,
diversos actores sociales, representantes de diversas historias con
esperanzadas búsquedas.
La fortaleza vital que nos convoca es la de advertir el rumbo sin
sentido de un modelo en la fase agónica de su crisis, un modelo reflejado en la
crisis ambiental, sustentado en una racionalidad economisista que multiplica
las pobrezas, promueve inequidades, exclusiones y destruye los equilibrios
ecológicos, la Biodiversidad, aniquilando también la diversidad cultural,
atentando contra la vida.
La crisis ambiental es la manifestación final de un proyecto
sociohistórico que se subordina a la lógica de mercado y la razón tecnológica,
expresándose incuestionablemente como una racionalidad totalitaria: Así, la
diversidad cultural y la biodiversidad natural, tanto como la propia especie
humana han sido desterritorializadas, negadas y devastadas por la globalización
homogeneizante de un mundo sin sentido ético ni respeto por los sujetos e
identidades culturales.
Esta visión fragmentaria y arrasadora del mundo, como una marca
indeleble de la racionalidad económica dominante, fundada por la multiplicidad
de exclusiones y pobrezas, y un futuro insustentable, adquieren en la Patagonia
la dimensión de una muerte anunciada. Patagonia escenifica la racionalidad
única en el desmantelamiento de la producción petrolífera totalmente
privatizada, depredación de sus recursos naturales, en la mutilación de los
bosques, en las llagas amargas de la desertificación, la exclusión sistemática
y creciente de los habitantes y su dignidad de la vida y del patrimonio común
de la cultura.
Este Encuentro Internacional en Patagonia se ha convertido en una
encrucijada para que entre hombres y mujeres provenientes desde diversos
confines territoriales y múltiples organizaciones y nacimientos raciales,
emerja, como una bisagra maestra para articular y profundizar alianzas,
consolidar compromisos de acción y lanzarse decididamente hacia el futuro con
el objeto de reapropiarnos del mundo a partir de estrategias enriquecidas por
la confluencia de una nueva racionalidad ambiental, del diálogo respetuoso e
incluyente de todos los saberes, con el sentido de construir lo inédito fundado
en valores éticos, identidades solidarias y procesos educativos que puedan y
deban reconectarse con experiencias emancipatorias en la escala personal,
social, planetaria.
Estamos convencidos que la sociedad civil debe
jugar un papel histórico e indelegable. Para ello debe lanzarse decididamente a
reformar el pensamiento para construir las tramas complejas del desarrollo
sustentable como estrategia fundante para la sobrevivencia de la humanidad y de
construcción de un nuevo orden económico y cultural. Este proceso deberá
propender al cambio de oportunidades en los sistemas productivos, la democratización
del poder y del espacio.
Es clave en este proyecto la construcción de un sistema
educativo que plasme las luchas históricas por la educación y la
emancipación popular. Desde esta perspectiva adherimos a la declaración de
Tessalonika cuando sostiene que la reorientación de la educación formal, no
formal e informal hacia la sustentabilidad debe materializarse en todos los
pa&ioacute;ses. El concepto de sustentabilidad abarca no solo el de
ambiente sino la pobreza, la población, la salud, la seguridad alimentaria, la
educación, los derechos humanos y la paz.
La sustentabilidad resulta un imperativo moral y ético, en el cual
la diversidad cultural y el conocimiento tradicional deben ser respetados.
En este contexto declaramos, exigimos que rápidamente sean
sancionadas leyes de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable en la
Provincia del Chubut, en la región patagónica y en la república argentina a
partir de un debate que involucre al conjunto de los actores sociales.
En este sentido, la producción generada en el Tercer Encuentro
Internacional en Patagonia para el desarrollo sustentable y el convenio entre
CTERA y la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental de la
Nación como espacios inéditos y referenciales deben ser marcos sustanciales
para materializar ese proyecto.
En esta misma línea, sostenido en el reclamo histórico y en la
concreción de los sentidos de una justicia humillada, reclamamos un sistema de
educación bilingüe, como proyecto educativo para los pueblos originales de la
Patagonia y de todo el país. Este proyecto será inviable si, simultáneamente,
no es respetado su cosmovisión cultural con respecto a la naturaleza, la vida y
su propia historia. Los pueblos de la Patagonia están reconstruyendo sus
identidades, sus valores, sus prácticas tradicionales frente al frenesí de la
globalización económica. El derecho de la identidad debe complementarse con el
derecho de territorio.
El Tercer Encuentro en Patagonia para el Desarrollo Sustentable
convocado por ATECH CTERA y las múltiples organizaciones nacionales e
internacionales que la auspician, deben transformarse en un hito de acción para
la Patagonia y el país, para que pueda cristalizarse nuestra condición de una
nueva ciudadanía política social, y ambientalmente sustentable en condiciones
de canalizar el desafío que nos propone la agenda XXI.
Para ello necesitamos respuestas eficaces de cooperación,
solidaridad y espíritu democrático que vincule las experiencias alternativas
autogestionarias y de innovación e inventiva social educativa y productiva
conectando singularmente al conjunto de los sujetos y las comunidades.
En materia de Energía y Políticas
Energéticas es fundamental promover la producción de energías limpias
que, como la eólica, puedan dar lugar a un proceso autónomo de investigación y
desarrollo local. Esta estrategia debe estar sostenida en la reorientación del
conjunto de organismos provinciales y patagónicos en el marco de propuestas
subordinadas a otra concepción del conocimiento y estilos culturales de
desarrollo que no sean las dominadas por el cientificismo y la razón utilitaria
y depredadora. Las luchas patagónicas afirman el derecho a una Patagonia no
nuclear.
Para lograr un Modelo Agrario deben promoverse
las producciones alternativas mediante reales políticas orientadas a pequeños y
medianos productores, con formas de financiamiento, subsidios y estrategias de
ordenamiento territorial que surja de la participación democrática. Será necesario
la constitución de un fondo de financiamiento de este proceso que requiere del
recupero efectivo de las externalidades patagónicas. La filosofía de la
solidaridad y del cooperativismo deben concentrarse, entre otros mecanismos, en
el funcionamiento de audiencias públicas locales y regionales que además tengan
efectos obligatorios y vinculantes.
Para el logro de esta transformación deberá revalorizarse la
relación con el sistema educativo y el rol insustituible de las escuelas
agrotécnicas contextuadas en la perspectiva de la sustentabilidad y la
racionalidad ambiental.
El nuevo marco productivo que se propone estará vinculado a la
complejidad ambiental de la región que se realizará en la articulación de la
naturaleza, la tecnología, y la cultura y la confrontación con la razón
utilitarista del discurso globalizador del mercado, que en pos de los
equilibrios macroeconómicos, ha vulnerado los órdenes de la ética y la moral,
de lo humano y de lo ambiental. La relación productiva no puede estar orientada
por leyes mecanicistas absolutas que no tienen en cuenta la organización social
y la capacidad creativa de la condición humana.
En materia de bosques se deben pensar en
políticas y legislación específicas basadas en una planificación del territorio
que incremente la interconexión de áreas naturales para la protección de los
sistemas, que se cree una interconexión que abarque las áreas protegidas desde
Neuquén, Parque Nacional Lanín, hasta el Parque Nacional Los Alerces en la
Provincia del Chubut, como embrión de un santuario internacional de bosques
nativos al sur del paralelo 40.
La preservación de la biodiversidad natural debe convertirse en un
proyecto político de estado, sosteniendo entre otras definiciones, que los
bosques no deben convertirse en mecanismos de canje para el desarrollo limpio.
Es necesario prohibir el ingreso de empresas internacionales con
proyectos de producción que solo tratan de devastar, arrasar a nuestros bienes
naturales.
Con respecto a las problemáticas urbanas, debemos
rescatar de las ciudades de hoy, que se han convertido en islas del consumismo,
y son como un archipiélago de riqueza rodeada por un mar de pobreza,
especialmente de pobreza material y cultural, y rescatar a la gente que las
habita con la finalidad de refundarlas en la esperanza de que es posible y
agradable vivir en ellas.
Una ciudad sustentable dará a las personas la posibilidad de
pensar su futuro y el de sus hijos, con espacio para la solidaridad y equidad.
Se deberá propender a la sanción de planes urbanos ambientales que puedan
recoger esta concepción del desarrollo urbano y del desarrollo territorial en
general. El ordenamiento territorial emergente debe ser producto del proceso
participativo y democrático de la sociedades para que el espacio sea la expresión
histórica de toda la sociedad sin exclusiones. Las ciudades y los ciudadanos
deberán recuperar el tiempo solidario y humano para vivir la ceremonia de la
vida.
Es necesario definir un marco legal sobre la problemática de la pesca
que preserva la biodiversidad del recurso. Prohibir el sistema de pesca
depredatorio y controlar estrictamente a los buques internacionales que actúan
impunemente en nuestro espacio soberano. Fomentar la pesca artesanal,
constituir redes solidarias mediante la organización de la sociedad civil y
promover un cambio cultural para el consumo de frutos de mar en nuestra dieta
alimentaria.
La desertificación es el producto de la
aplicación de la lógica de mercado, maximización cortoplacista de los
beneficios y de un modelo socio productivo sostenido en la monoproducción. La
lógica que ha provocado el presente de este proceso no puede dar respuesta al
conflicto planteado. Solo un cambio profundo del paradigma productivo podrá
afrontar este flagelo.
Sabemos que la desertificación es un proceso estrechamente
vinculado a la pobreza, a la destrucción de la biodiversidad natural y al
aniquilamiento de la diversidad cultural.
El nuevo proyecto deberá tener en cuenta esa multiplicidad de
factores para repensar y reorientar los procesos productivos.
En el proceso de reconstrucción de las identidades, reapropiación
de la naturaleza y el mundo para la construcción de una nueva racionalidad
ambiental, dentro de las estrategias de la tolerancia y respeto por la otredad
para un diferente y justo orden discursivo sobre el mundo y la esperanza, el
rol de los jóvenes debe constituirse en una fuerza vital. La participación comprometida
y creativa de los jóvenes en este tercer encuentro abre fundadas esperanzas de
que los tiempos de cambio están cada vez más cercanos.
En legislacion ambiental solicitamos al gobierno
nacional y particularmente al ministerio desarrollo social y medio ambiente que
efectúe con la mayor brevedad la incorporación de los proyectos de leyes en
estado parlamentario sobre hidrocarburos, infraestructura y en la normativa
sobre bosques y forestación.
La función indelegable del estado de evaluador de los efectos de
impacto ambiental es responsabilidad que debe ser ejecutada por el organismo
nacional citado.
Deben plasmarse, con absoluta claridad, que no se pueden adoptar
las decisiones políticas si previamente no se han realizado las evaluaciones de
impacto socioambientales expuestas por medio de los organismos ambientales
competentes.
El estado nacional, las provincias y los ámbitos científicos y
académicos públicos deberán respetar y cumplir con el derecho - deber de
brindar información ágil, directa y sin obstáculos de ninguna naturaleza, la
información ambiental que la sociedad le requiere.
Se ratifica de manera absoluta la plena vigencia y consolidación
del derecho de las provincias como titulares del dominio originario de sus
recursos naturales. Los legisladores provinciales deben asumir su rol
protagónico en este sentido, no pudiendo relegar sus facultades en los poderes
ejecutivos en cuanto a su administración y disposición.
Los sueños están en marcha. El tercer encuentro ha expandido los
horizontes. Quienes lo hemos protagonizado nos comprometemos a ser divulgadores
de las narraciones que construimos conjuntamente. Seremos una red abierta y
alerta ante los conflictos socioambientales. Debemos potenciar todas las luchas
y constituirnos en los formadores de la nueva ética.
En 1992 se llevó a cabo la
Primera Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro, Brasil donde se emitieron varios
documentos como: la Declaración de Río, el Agenda 21, la Convención sobre
Biodiversidad, la Convención Marco sobre el Cambio Climático y la Convención de
Lucha contra la Desertización. Es importante destacar la Agenda 21 la que
contiene una serie de tareas a realizar hasta el siglo XXI. En el Programa se
dedica el capítulo 36, “al fomento de la educación, capacitación, y la toma de
conciencia” (Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, 1992, p.1). Se
plantea la reorientación de la Educación Ambiental hacia el Desarrollo
Sostenible y se pone de relieve el carácter fundamental que la relación
desarrollo-medio ambiente tiene para la Educación Ambiental.
Paralelamente a la Cumbre de
la Tierra se realizó el “Foro Global Ciudadano de Río 1992” en el cual se
aprobaron 33 tratados, uno de los cuales lleva por título: “Tratado de
Educación Ambiental hacia Sociedades Sustentables y de Responsabilidad Global”
(UN, 1992) el cual parte de señalar a la Educación Ambiental como un acto para
la transformación social, no neutro sino político, contempla a la educación
como un proceso de aprendizaje permanente basado en el respeto a todas las formas
de vida. En este Tratado se emiten 16 principios de educación hacia la
formación de sociedades sustentables y de responsabilidad global. En ellos se
establece la educación como un derecho de todos, basada en un pensamiento
crítico e innovador, con una perspectiva holística y dirigida a tratar las
causas de las cuestiones globales críticas y la promoción de cambios
democráticos (Alea, 2006).
Otras reuniones celebradas en
diferentes partes del mundo de manera paralela a las señaladas fueron: Cumbre
Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo en 1992; Congresos Iberoamericanos de
Educación Ambiental, celebrados anualmente; Cumbre Mundial sobre
Desarrollo Sustentable 2002 y se siguen llevando a cabo numerosos Congresos y
Asambleas que manejan la Educación Ambiental, el Desarrollo Sustentable y las
acciones concretas que se deben hacer a nivel mundial para lograr que problemas
ambientales como el Calentamiento Global, el adelgazamiento de la Capa de Ozono
y el desgaste de los recursos naturales sean tratados con el respeto que se
merecen.
A lo largo de esta
reseña se puede observar que el término de Educación Ambiental viene desde la
década de los 70 y ha ido evolucionando hasta la actualidad, tomando en cuenta
otras variables, pasando de ser considerada como un término de conservación y
biológico, a tener en muchos casos, una visión integral de interrelación
sociedad-naturaleza. Igualmente se ha dado un gran paso hacia un fuerte
cuestionamiento a los estilos de desarrollo implementados en el mundo, señalando
a éstos como los principales responsables de la problemática ambiental.
Como bien afirman Baptista,
Pulido y Álvarez (s.f), la Educación Ambiental ha tenido una evolución muy
rápida, que nació con el objetivo de educar para la conservación del ambiente.
En poco tiempo, se transformó en la educación para la protección del ambiente.
Finalmente, en los últimos años, la Educación Ambiental está dirigida hacia el
Desarrollo Sustentable.
A partir de estas y otras
conferencias y seminarios surgieron programas y acuerdos que han sido de suma
importancia para el desarrollo y evolución de la EA, como el Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) en 1973, los principales programas de las Naciones
Unidas a cargo de los asuntos del medio ambiente que tiene como misión promover
liderazgo e incentivar a patrocinantes a ser solidarios con el ambiente,
inspirando, informando y capacitando naciones y personas para mejorar su
calidad de vida sin comprometer lo que es de las futuras generaciones (PNUMA,
1998).
En 1988 el Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) creó el Grupo Intergubernamental
de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, 1988) con el objetivo de promover
a los interesados con fuentes objetivas del cambio climático.
En 2005 se formalizó en la
“United Nations Framework Convention on Climate Change” el tratado de Kyoto, un
acuerdo legal para reducir a nivel mundial las emisiones de los gases de Efecto
Invernadero que están produciendo el Calentamiento Global (UNFCC, 1997).
PROTOCOLO DE KYOTO
Del 1 al 11 de diciembre de 1997, más
de 160 naciones se congregaron en Kyoto, Japón, para negociar limitaciones
obligatorias en los gases del invernadero para las naciones desarrolladas,
conforme a los objetivos del convenio de base sobre el cambio del clima de
1992. El resultado de la reunión fue el protocolo de Kyoto, en el cual las
naciones desarrolladas convinieron poner límites a sus emisiones de gases
promotores del efecto invernadero, concerniente a los niveles emitidos en 1990.
El convenio de base de Naciones Unidas sobre cambio del clima fija un marco
total para que los esfuerzos intergubernamentales aborden el desafío planteado
por el cambio del clima. Reconoce que el sistema del clima es un recurso
compartido cuya estabilidad se puede afectar por industrial y otras emisiones
del bióxido de carbono y otros gases relacionados con intercepción del calor.
El Protocolo de Kyoto de 1997 contiene objetivos legalmente obligatorios para
que los países industrializados disminuyan las emisiones de los seis gases (el
principal el dióxido de carbono) que provocan el calentamiento global. El
objetivo es reducir para el periodo 2008-2012 estos niveles en un 5,2% respecto
a las cifras de 1990.
El texto de la convención fue adoptado en las jefaturas de Naciones Unidas,
Nueva York el 9 de mayo de 1992; estaba abierto para la firma en la Río de
Janeiro del 4 al 14 de junio de 1992 (Cumbre de la Tierra, Río de Janeiro), y
después de eso en las jefaturas de Naciones Unidas, Nueva York, del 20 de junio
de 1992 al 19 de junio de 1993. Por esa fecha la convención había recibido 166
firmas. La convención entró en fuerza la 21 de marcha de 1994. Esos estados que
no han firmado a convención pueden acceder a ella en cualquier momento.
El Protocolo no se encuentra todavía en vigor. Lo estará 90 días después de que
lo ratifiquen al menos 55 países que sumen el 55% de las emisiones de gases de
efecto invernadero.
Bajo la convención los gobiernos se comprometen a:
· Recopilar y compartir la
información de las investigaciones sobre emisiones de gas del invernadero.
· Promover estrategias nacionales para tratar las emisiones de gases de
invernadero y adaptarse a los impactos previstos, incluyendo la disposición de
la ayuda financiera y tecnológica a los países en vías de desarrollo.
Cooperar con los otros países en su adaptación
a los impactos del cambio del clima
Los Estados Unidos acordaron reducir sus emisiones 7 % a partir de los niveles
1990, durante el período que comprende del 2008 a 2012. Sin embargo, el
análisis en este informe fue emprendido a petición del comité sobre la ciencia
de la cámara de ESTADOS UNIDOS de representantes. En su petición, el comité
pidió que la administración de la información de la energía (EIA) analizara el
protocolo de Kyoto, "centrándose en uso de la energía de ESTADOS UNIDOS y
los precios y la economía en el marco de tiempo 2008-2012," según lo
observado en la primera letra en el apéndice D. El comité especificó que EIA
consideran varios casos para las reducciones energéticas del carbón en su
análisis, con sensibilidades evaluando algunas incertidumbres dominantes: Desarrollo
económico de ESTADOS UNIDOS, el coste y el funcionamiento de tecnologías
consumidores de energía, y la construcción posible de las plantas de energía
atómica nuevas.
A continuación se resume el análisis de Pita (2003), con respecto a lo que ha
sucedido con el protocolo de Kyoto.
. . . en los últimos meses han tenido
lugar dos hechos que reflejan a la perfección la cara y la cruz de la salud del
Protocolo de Kyoto. Por un lado, Nueva Zelanda y Canadá lo han ratificado. Por
otro, esta semana la Agencia Europea de Medio Ambiente reveló que la Unión
Europea aumentó sus emisiones de gases de efecto invernadero por segundo año
consecutivo. esto refleja la actitud hipócrita de muchos Estados que ratifican
el Protocolo pero no hacen nada por cumplirlo. Tras el apoyo de Nueva Zelanda y
Canadá, ya son 99 Estados, responsables del 40,9% de estos gases. La entrada en
vigor será una realidad con la ratificación de Rusia, país que genera el 17,4%
de las emisiones globales, anunciada por su presidente Putin, En esta situación,
Estados Unidos y Australia quedan aún más aislados en su estrategia de no
ratificar el convenio. La Casa Blanca considera que su aplicación será muy
costosa para la industria de su país, que genera una cuarta parte del total
mundial de gases de efecto invernadero. Washington no está dispuesto a tocar su
industria energética, absolutamente dependiente de los combustibles fósiles, en
detrimento de las energías renovables. La cruz corrió a cargo de la Unión
Europea. El año pasado incrementó su emisión de gases de efecto invernadero en
un 1% con relación a 2001. Para cumplir los criterios de Kyoto, la UE debe
reducir un 8% sus emisiones respecto a 1990. Actualmente, sólo lo ha logrado en
un 2,3%.
En relación con la significación de
la convención de Kyoto, la organización no gubernamental (ONG) Greenpace ha
señalado, ". . . la importancia estratégica del Protocolo no es la
cantidad en que pretende reducir las emisiones, sino que asigna a cada país
límites de obligatorio cumplimiento". Pero con respecto a estos límites ha
dicho Pita:
. . . resulta trágico que los países industrializados no sean capaces siquiera
de cumplir unos objetivos que apenas suponen el 3% del esfuerzo que se requiere
para detener este proceso. La realidad del Protocolo es una paradoja que
refleja la hipócrita actitud de muchos Estados ante el mismo: cada vez se
encuentra más cerca de su entrada en vigor pero más lejos de su cumplimiento.
CUMBRE MUNDIAL SOBRE DESARROLLO SOSTENIBLE (JOHANNESBURGO, 2002)
La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, también denominada Río + 10,
realizada en Johannesburgo, Sudáfrica del 26 de agosto al 4 de septiembre de
2002 tuvo como objetivo, superar los obstáculos en la ejecución de la Agenda 21
aprobado en 1992, en especial las incertidumbres financieras, promover la
participación del sector privado y de la sociedad civil e impulsar modelos de
desarrollo sustentable. Entre sus metas estuvieron, reforzar los compromisos de
la Cumbre de Río y acordar una agenda global que incluya acciones concretas, y
mecanismos para medir el cumplimiento de metas en el campo del desarrollo
sostenible. Esta vez, el debate tuvo como componente adicional la presencia
visible del fenómeno conocido como globalización, y las demandas para abordar
con mayor énfasis problemas sociales, como los de pobreza, salud y educación.
Así también, la cumbre debía conseguir avances concretos, con los países
interesados en alcanzar logros para frenar los efectos mundiales del Cambio
Climático. Para que, a través de los modelos implementados para lograr el tan
deseado desarrollo sustentable, y se adquieran mejoras en el entorno social,
económico y ambiental, en el ámbito global. En fin, evaluar lo que había
ocurrido en el mundo desde la cumbre de Río de Janeiro a Johannesburgo.
La actividad fue organizada por la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible de
las Naciones Unidas, conocida como CDS10, porque fue la sesión numero diez de
esta comisión la encargada de tan importante responsabilidad. El proceso de
preparación del temario de la Cumbre de Johannesburgo tuvo como preámbulo,
cuatro conferencias preparatorias, tres en Nueva York y una en Bali. Estas
reuniones, conocidas como "prepcom" sirvieron para definir la agenda
de Río + 10 y negociar anticipadamente el contenido de los documentos que
podrían suscribirse. El agua, saneamiento, energía, salud, agricultura, y
diversidad biológica fueron los cinco tópicos fundamentales de trabajo.
Los resultados de la cumbre se pueden
resumir de acuerdo a Sosa (2003):
... la Cumbre requiere entonces una mirada sistémica, en cuanto fue mucho más
allá de las reuniones a puerta cerrada; la Cumbre fue una movilización mundial
por un mejor futuro. Sus resultados concretos: la Declaración Política y el
Plan de Implementación, se ven reflejados en nuestro país [Colombia] en el
marco del nuevo Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, el
cual soporta las obligaciones de vivienda que conllevan al complejo dilema de
los asentamientos de los habitantes más pobres en suelos vulnerables, y la gestión
del recurso hídrico, en términos de asegurar el acceso al agua potable y los
servicios de alcantarillado. Las reuniones de los indígenas en Territorio Khoi,
los Sin Tierra africanos, los movimientos sociales de antiprivatización
reunidos en Alexandra, y las alianzas estratégicas entre ellos, son los
resultados de la sociedad civil ante la oportunidad de congregarse. Seis meses
después de finalizada la Cumbre, han demostrado ser más concluyentes los
resultados de las sinergias que se generaron entre los pueblos del mundo, que
el impacto en sí que tiene sobre lo ambiental las firmas en el borrador del
Plan de Implementación.
En realidad los resultados de la
Cumbre de Johannesburgo, en cuanto a las posibilidades de cumplimiento por
parte de los gobiernos es incierta, por esto la credibilidad ante este tipo de
eventos cada vez va en aumento y genera desconfianza entre la población, por
eso se hace necesario entender, tal como escribió Sosa “que en escenarios como
la pasada Cumbre, no podemos esperar los resultados sino empezar a
construirlos”. Como lo expresó Catherine Kamping, Secretaria General de la
Asamblea de la Juventud para el Desarrollo Sostenible, en su alocución durante
la cumbre:
...¡Trabajemos juntos! Al final de la Cumbre, tomemos nuestros primeros pasos
juntos. Jóvenes y niños: Nosotros estaremos alrededor de 50 años tratando los
resultados de esta Cumbre. Estamos comprometidos con un mundo mejor, pongámonos
de pie por una acción conjunta para este objetivo vital. Juventud - por favor
mantengámonos una y otra vez de pie ante esta posición. Cabezas de Estado - no
se engañen...Así, tal y como estamos de pie ahora en el 2012 debemos poder
estar de pie, juntos, cuando se pregunte si hemos alcanzado los compromisos de
Johannesburgo.
Reunión de Copenhague
“La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha
alcanzado niveles tan altos que el sistema climático se ha desequilibrado. La
concentración de dióxido de carbono (CO2) y la temperatura del mundo han
aumentado aceleradamente en los últimos 50 años y subirán aun más rápido en las
próximas décadas. Esto se suma a multitud de desequilibrios ecológicos, cuyo
impacto pone en peligro las vidas y medios de subsistencia de los pueblos del
mundo, y en particular de las personas desfavorecidas y otros grupos
vulnerables.”
“El desequilibrio del sistema climático da lugar a episodios extremos
más acusados y frecuentes de calor y lluvias, ciclones tropicales, huracanes y
tifones, inundaciones y sequías intensas, pérdida de biodiversidad,
corrimientos de tierras, aumento del nivel del mar, escasez de agua potable,
periodos vegetativos mas cortos, menor rendimiento, deterioro o pérdida de
tierras agrícolas, menor producción agrícola, pérdidas de ganado, extinción de
ecosistemas y agotamiento de los caladeros, entre otros. Estos fenómenos dan
lugar a crisis alimentarias, hambruna, enfermedades, muertes y desplazamientos,
así como a la desaparición de formas de vida sostenibles.” (Declaración de los
pueblos en Klimaforum09).
Frente a esto las Naciones Unidas acordaron realizar una Convención
Marco sobre Cambio Climático (COP 15), que se desarrolló del 7 al 18 de
diciembre en Copenhague con el objeto de diseñar un tratado para la reducción
de las emisiones de gases de invernadero, causantes del recalentamiento
planetario. Dicha reunión fracasó, no se llegó a ningún acuerdo, pues los
países que más culpables son por el calentamiento (Estados Unidos aunque
solamente representa el 4% de la población mundial, produce el 25% de la
contaminación por emisión de dióxido de carbono) no quisieron comprometerse a
reducir ni un ápice de la contaminación.
A última hora, luego del fracaso de la reunión oficial, Obama se reunió
con algunos cómplices y les hizo firmar un papel, sin discusión, donde se
manifestaba “buenos deseos” de reducir la emisión de gases de invernadero pero
sin fijarse ninguna meta, también prometieron “ayudar” a las principales
víctimas del calentamiento, fundamentalmente de África y otros países pobres,
pero también sin fijar cantidades ni ejecutores. Sólo expresiones de buenos deseos
sin compromiso alguno.
A pesar del fracaso de la reunión oficial, Evo Morales dijo: “Se dice
que fue un fracaso, pero yo diría que no ha sido un fracaso la cumbre de
Copenhague, más bien diría que es un triunfo de todo el mundo (…) porque los
países capitalistas desarrollados no pudieron imponer su declaración”.
Coincidimos plenamente con él. Fue diferente a la reunión de Kyoto que
fijó metas ridículas que no firmaron EEUU ni otros grandes culpables, que no se
cumplieron, que convirtió la defensa del medio ambiente en mercancía, pero que
a pesar de eso dio esperanzas a la gente de que algo se estaba haciendo En
Copenhague afortunadamente fue completamente claro el fracaso de la reunión
oficial. Esto despertó a muchos que todavía tenían la ilusión de que dentro del
sistema capitalista es posible detener el calentamiento global, de que los
grandes depredadores del mundo pueden actuar en defensa de la supervivencia de
la especie humana.
Copenhague no reunió sólo a mandatarios, en la manifestación internacional
del sábado 12 de diciembre hubo 100.000 personas preocupadas por el cambio
climático. La reunión fue precedida por manifestaciones masivas en Inglaterra y
otros países. Se conformó la organización “Cambiemos el sistema, no el clima”
que emitió la “Declaración de los pueblos en Klimaforum09”.
Hugo Chávez repitió en la reunión de presidentes dos consignas que
pregonaba la gente en las calles: “Cambiemos el sistema, no el clima” y “Si el
clima fuera un banco ya lo hubieran salvado”. Evo Morales denunció que cuando
iba a hablar hicieron desalojar la sala para que sólo los mandatarios lo
escucharan. Dejó cinco preguntas para que las Naciones Unidas consulten a los
pueblos del mundo sobre el cambio climático en un referéndum mundial para que
los pueblos del mundo digan si o no:
“Eso dejaremos en manos de la decisión de los pueblos del mundo”. (Se
sobrentiende que las Naciones Unidas no impulsarán el referéndum).
1 ¿Está usted de acuerdo con restablecer la armonía con la naturaleza,
reconociendo los derechos de la Madre Tierra?
2.- ¿Está usted de acuerdo con cambiar este modelo de sobre consumo y
derroche que es el sistema capitalista?
3.- ¿Está usted de acuerdo con que los países desarrollados reduzcan y
reabsorban sus emisiones de gases de efecto invernadero de manera doméstica
para que la temperatura de la tierra no suba más de 1 grado centígrado?
4.- ¿Está usted de acuerdo en transferir todo lo que se gasta en las
guerras y destinar un presupuesto superior a los presupuestos de defensa para
el cambio climático?
5.- ¿Está usted de acuerdo con un tribunal de justicia climática para
juzgar a quienes destruyen la Madre Tierra?
Además Morales convocó a la “Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el
Cambio Climático” en defensa de la humanidad, la vida y el planeta. Serán
invitados no solamente presidentes de países interesados y preocupados sobre el
tema, sino expertos, académicos y representantes de las organizaciones
sociales. “El objetivo es lograr una posición de consenso a ser planteada en la
próxima Cumbre sobre el Cambio Climático que se realizará en México en
diciembre de 2010”. Se realizará en Cochabamba, Bolivia, del 20 al 22 de abril,
coincidirá con la primera celebración mundial del Día de la Madre Tierra recién
instituido por la Organización de las Naciones Unidas. Es ingenuo pensar que
los grandes contaminadores del mundo hagan algo en defensa del clima.
Las grandes empresas multinacionales son las que gobiernan el mundo a
través de los “mandatarios” que no son más que meros sirvientes suyos. Su religión
neoliberal les ordena ganar la mayor cantidad de dinero posible en el menor
tiempo posible. Ellos saben muy bien que para hacer eso deben destruir la
naturaleza, saben muy bien que sus descendientes ya no existirán, pero no les
importa. A través de los medios de comunicación que están a su servicio,
desinforman en la medida de lo posible sobre el calentamiento global y las
medidas que debieran tomarse. Tiene razón Evo cuando dice: “Solamente tratan de
los efectos y no de las causas del cambio climático”.
“El cambio climático es producto del sistema capitalista que favorece la
obtención de la máxima ganancia posible. Ese es el propósito del sistema
capitalista sin tener en consideración la vida de los demás. En Copenhague
deberíamos analizar que países son los que mas están dañando el medio ambiente
y deberíamos considerar estos daños para enfocarnos en los países con mayor
responsabilidad para que paguen por esta deuda con el clima del planeta, es una
obligación”. …“La cumbre de Copenhague es mucho más de carácter mundial, es un
debate sobre la vida, sobre la humanidad. Ahí tenemos profundas diferencias con
Gobiernos capitalistas. Yo sigo convencido de que el capitalismo es el peor
enemigo de la humanidad”